MIS MUERTOS, TUS MUERTOS, SUS MUERTOS, NUESTROS MUERTOS

AQUI ES DONDE DUERMEN LOS MUERTOS DE MI CABEZA, EN ESTE CEMENTERIO LLENO DE MUSICA Y RISAS, DE FRIO Y TEQUILA, DE SOLEDAD Y MIEDOS, DE SUEÑOS Y DESEOS...

viernes, 17 de septiembre de 2010

UNA NOCHE LLUVIOSA

Esto es algo que te puede ocurrir en una noche lluviosa tal y como me ocurrió a mi.

Era una noche de verano, la lluvia caía a cantaros, parecía que el cielo se venia abajo. A pesar de este clima, mis padres salieron de casa para poder conocer a mi primo acababa de nacer, yo no tenia muchas ganas de salir esta noche, pues hoy pasarían una de mis películas favoritas de terror por televisión, el clima era excelente para disfrutarlo, así que decidí quedarme en casa sola, perfecto tenia todo para una buena función de cine casero. Lluvia, relámpagos, un tazón de palomitas, refresco, galletas y una buena frazada, todo listo. La película comenzó, la he visto en otras ocasiones, pero aun me produce el mismo miedo, como la primera vez. Esto se ponía cada vez más interesante, ahí estaba la protagonista asomándose, por debajo de la cama, él llegaría por detrás y entonces… todo era silencio, en ese instante, yo estaba al borde del sillón esperanto el ataque del monstruo, lo mejor
de la película; cuando de repente un estruendo rompió el silencio, todo quedo en oscuridad, lance un grito escalofriante y me lancé al sillón cubriendo mi cabeza con la frazada, temblaba como una maraca, traté de respirar y de tranquilizarme un poco, solo era un apagón; la luz regresaría en cualquier momento. Pasaron un par de minutos, tome la decisión de subir a la habitación de mis padres y coger una vela, pues aunque parezca ridículo, me da un poco de miedo tanto silencio y la absoluta oscuridad, trate de caminar lentamente para no tropezar con nada, me dirigí a las escaleras, todo se veía tan diferente, y el sonido del agua cayendo me resultaba inquietante, poco a poco comencé a subir las escaleras, no había notado la gran cantidad de escaleras que hay en mi casa, al llegar a la habitación sentí un frío que recorrió todo mi cuerpo, me tire al suelo para buscar el cajón donde había velas, que esta bajo la cama, de ser muy honesta lo hice con los ojos cerrados, la imagen de la película me daba vueltas por la cabeza, busque rápidamente la vela metí la mano en el cajón y saque entonces una vieja lámpara que por suerte tenia aun pilas, la encendí para ver un poco mejor, pero ahí estaba la figura mas espantosa e inimaginable, levantaba los brazos de un modo como si quisiera tocarme, sus ojos eran dos enormes esferas de fuego, me miraban fijamente, me quede helada, cuando pude moverme... no sé si por instinto o tal vez el mismo miedo, salí corriendo despavorida hacia mi habitación, trate de serenarme un poco, me quede parada detrás de la puerta que azoté con todas mis fuerzas, así evitar que el espectro entrara, el viento golpeaba las ventanas y la lluvia cada vez era peor, intente mirar por la ventana, pero un relámpago me permitió verlo. él estaba ahí, me veía fijamente por la y gemía de una manera horrible, mi grito salió de lo mas profundo de mi ser, tenia que salir de ahí pues esta criatura me seguía debía de bajar a la sala, ahí estaría más segura, siempre atacan primero a los que están en las habitaciones, corrí como nunca antes, al llegar a la sala la cosa se ponía peor; algo arañaba la puerta, como si quisiera romperla con sus afiladas uñas, que rasgaban la madera, sentí como mis cabellos se ponían de puntas, intenté no hacer ruido, y caminé lentamente hacía la cocina para salir por la otra puerta, si algo en mi casa andaba mal seria mejor salir y correr con los vecinos a pedir ayuda, cuando me dispuse a abrir la puerta, un enorme monstruo salto sobre de mi tirándome al piso, yo cerré los ojos, no quería ver a este ser me causaba un terror indescriptible. Su cuerpo estaba lleno de sangre, su aliento fétido me recorría el rostro, yo solo quería llorar, pero su respiración agitada me dejo inmóvil en el suelo, comenzó a lamer mi rostro, en ese preciso momento regreso la luz a mi casa, lentamente, abrí mis ojos para ver a mi atacante, vaya sorpresa. era mi perro, y no era sangre lo que lo cubría si no agua, pues se había quedado en el jardín y yo lo había olvidado, deje escapar una risa y un hondo respiro, pues era él quien arañaba la puerta, tenia frío y tal vez lo que quería era entrar, que tonta había sido, me puse de pie, más relajada; traté de acomodar mis ideas de lo que había visto arriba, así que subí armada de un cucharón, solo por precaución, para sorprender al espectro, que sorpresa la mía al ver que se trataba del vestido blanco de mi mamá, aquel que tiene un moño rojo en el cuello y que estaba colgado junto a la ventana abierta. Así que eso causaba el movimiento y las grandes esferas de fuego era solo el moño del cuello, pero… ¿y el monstruo de la ventana? Me asomé por la ventana y descubrí que era el gato de mi vecino, mojado y temblando de frío en la marquesina de mi ventana, vaya que noche, no me queda mas que decir. Solo, que como puede volar la imaginación en una noche lluviosa ¿verdad?...

Este cuento es con todo mi amor para quien es el motivo de mi inspiración, Adriel.

Samantha Rojo.
*Danzas en lo Oscuro*