MIS MUERTOS, TUS MUERTOS, SUS MUERTOS, NUESTROS MUERTOS

AQUI ES DONDE DUERMEN LOS MUERTOS DE MI CABEZA, EN ESTE CEMENTERIO LLENO DE MUSICA Y RISAS, DE FRIO Y TEQUILA, DE SOLEDAD Y MIEDOS, DE SUEÑOS Y DESEOS...

lunes, 1 de marzo de 2010

AMADEO (OJOS DELINEADOS)


La habitación resguardaba el cuerpo de la persona que noches atrás había sido admirado por la critica en la exposición de pintura, por lo que proponía, viveza en perspectiva, color y brotes en pastosidad en su cuadros, el caballete lucia triste, no había sido usado en noche, los pinceles apuntaban como lanzas a ser empuñados, las pinturas eran escasas, solo algunos colores básicos cadmio, laca y marfil, el bastidor que una noche atrás había sido tan hermosamente tensado, carecía de aglutinantes y materiales de imprimir, la noche era difícil para el joven pintor Amadeo. En sus manos sostenía una carta en la cual una dama, le pedía un cuadro de ella misma pero este era muy diferente a lo que el había pintado anteriormente, el permanecía sentado, su aspecto de elegancia, era extraño, ya que no lucia opacado por lo arruinado de su vestimenta, botines militares y una larga falda oscura de lino, sus manos eran un tanto alargadas casi féminas, en una de ellas la carta, y en la otra sujetaba una copa de anisete la cual conforme leía la carta, la llevaba a sus labios, su cabello caía ligeramente sobre su espalda, la copa en sus manos había adquirido un tono carmín, y en sus labios una sensación calida de el corte que la copa había infringido en uno de sus labios, que misterio encerraba la carta de aquella mujer, que le hacia ignorar la lesión de su labio, la carta decía textualmente.

Estimado Sr.

Envío a usted esta carta, solicitando un cuadro muy especial, este cuadro deberá de ser de mi persona, se que usted no me conoce a mi, pero yo a usted si, es por tal motivo que mi petición es un tanto diferente, a lo usual ya que de ser un retrato tendríamos que estar en el mismo espacio, usted mirándome y yo posando, un tanto falso, ¿no cree usted?, bien lo que haremos si usted acepta, será lo siguiente, a partir del día de mañana yo enviare a usted un escrito, puede ser un poema, un pensamiento o una narración breve, esto durara solo 20 noches en los que tratare de dar una idea de quien y como soy, usted comenzara hacer lo propio, pintarme talvez como un florero que decoren mi cabeza, o tal vez seré como un viejo sofá en el que depositamos cansancio, pudiera ser yo una venta o un espejo donde usted quiera escapar, una lámpara en la oscuridad o tal vez me de forma humana no lo se, mi estimado Sr. Eso le corresponde a usted plasmarlo, su instinto es lo que le enseñara, pasados los veinte noches yo estaré junto a usted para admirar el cuadro, agradezco acepte mi extraña petición, si es de este modo coloque una rosa roja en su ventana yo lo tomare como un si.

Me despido, por el momento de usted.


Esto era en verdad diferente, pintar a alguien que no había visto, que no conocía en lo absoluto, el se queda solo en silencio, esto marcaría el comienzo de una relación diferente, que buscaba en realidad esta mujer, su petición un tanto obsesiva,
Amadeo doblo la carta, colocándola en el cajón de su caballete, le seducía la idea de encontrar una rosa floreada bajo la luna, rosas nocturnas, miro fijamente el cuadro que había estado pintando noches pasadas, la pintura consistía en unas flores en un jarron, no se sentía satisfecho con lo que pudiese expresar aquel cuadro, sabia que con ese cuadro no podría participar en la exposición de pintura, miro a uno de los costados de su habitación, y noto un lienzo, parecía estar enjaezado de mieles y mira, ese lienzo seria el si a la propuesta de la misteriosa dama, pensó –necesito una rosa,

Se levanto rápidamente, solo el sonido de una puerta cerrándose tras el, en los jardines de la fuente unas manos, cortaban la rosa mas imponente, parecía que se desangraban debido a lo intenso de sus pétalos pasada la media noche, la rosa roja apareció en el borde de la ventana, esto era un si.
La noche siguiente Amadeo estaba por terminar el cuadro del paisaje, era una noche de mucho silencio, en la cual es fácil discernir cualquier sonido, escucho unos pasos acercándose a su puerta miro una carta introduciéndose bajo la puerta, los pasos se perdieron rápidamente, se levanto tomo la carta abrió la puerta y solo encontró una rosa roja, dudo un momento en abrir la carta, ya que carecía de firma alguna solo una extraña fragancia, perfume oriental, rasgo el sobre violentamente en su interior un poema titulado Cinthia,
Amadeo leyó el poema, se quedo un instante imperturbable, se levanto abruptamente, desprecio el cuadro del paisaje, tomo el lienzo que había estado imprimiendo, las primeras pinceladas parecían divagar abstracción, formas diferentes, lentamente emergieron unos labios sonrientes, y unos ojos con lagrimas en sus ojos, era lo que su instinto interpretaba,
Era eso lo que ella trataba de decirle, no lo sabias solo el tiempo le daría respuestas así concluyo la primer noche, se quedo ahí, nuevamente sumido en su soledad postrado en su sillón y admirando su cuadro tan vació de imagen pero lleno de dudas,
Al día siguiente, se disponía a salir, pero la imagen de aquel cuadro lo detuvo por completo esos ojos ocultaban tanta tristeza no podía apartar esa mirada de su mente, tomo un trozo de tela y lo cubrió aun no era tiempo de que nadie lo viera, no antes de que trascurrieran las 20 noches, se aparto de el y salio, comenzó como un día normal, rumbo a la universidad, la inquietud de recibir la segunda carta le consumía, que paso con Cinthia que le quería contar esta vez, seria otra muñeca, miraba indiferente todo lo que le rodeaba, nada llenaba su mirada, la rosa, el olor a perfume, una carta sin firma, mil preguntas se formulaban en su cabeza y ninguna respuesta, y sin darse cuenta ya estaba ahí en el parque donde noches anteriores había encontrado la rosa perfecta todo se torno en silencio no había ni un solo sonido en su cabeza .- hola Amadeo.- una voz femenina rompió el transe, miro a su costado para contestar el saludo .- hola liza como estas?.- dime no asistirás a clases, que hacías aquí dime Amadeo te noto muy distraído te he visto dos calles atrás y quise seguirte espero no te moleste pero necesitaba saber a donde te dirigías, ya es tarde y tu nunca llegas tarde a clase, te molesta si vamos juntos.- la chica sonrío si no hay problema será un gusto acompañarte Liza en verdad no se que hago aquí sabes sin darme cuenta llegue a este lugar pero vámonos llegaremos tarde,.- contesto el pintor, caminaron juntos algunas calles en silencio.- espero no hayas olvidado lo de la próxima reunión en tu casa todo esta listo para pasarla bien llevaremos bebidas y algo de comer también ira Lidia la he invitado espero no te moleste.- pero el seguía pensativo, .- vamos Amadeo que dices esta bien.- pregunto la chica .- si -contesto el sin dar mucha importancia a sus respuesta, llegaron a al universidad, ya en clases el seguía muy inquieto, al termino de sus clases se dirigió a su apartamento sin demora tenia que estar ahí cuando llegara, tal vez esta ocasión podía encontrarle, para su sorpresa al llegar encontró la segunda rosa en su puerta, saco sus llaves abrió la puerta ahí estaba el segundo sobre, no dudo en abrirlo rápidamente y encontró otro poema este llevaba el titulo de tiempo, todo parecía muy confuso, este poema no tenia sentido con el anterior, las dudas lejos de disiparse crecían mas, una muñeca, y ahora tiempo el poema describía a una mujer cautiva de si misma, no parecía la misma que Cinthia, coloco la segunda rosa con las otras rosas que aun se mantenían hermosas de un tono carmesí, tres rosas decoraban el borde de su ventana, y tal ves serian mas las que recibiría si todo era tal y como ella lo había dicho serian entonces, veinte rosas, veinte poemas, veinte noches y veinte fantasmas acosándole.
Al día siguiente todo era rutinario hasta la llegada del tercer poema, ahí estaba otra vez la rosa en la puerta y el sobre debajo de su puerta, la tercer carta, ninfas, un poema un tanto ilógico este parecía haber sido escrito por una niña que cree en cuentos de hadas,
La cuarta noche llego amor, un poema extraño muy meloso para ser exacto al parecer ella esta enamorada pero de quien, vaya confusión, el cuadro no había avanzado en nada aun sobre el lienzo incompleto de aquella mujer, las lanzas de inmortalidad listas ser usadas, pero faltaba un poco de interés en el para hacerlo, tomo su copa nuevamente y se sentó a analizar cada uno de estos escritos es una mujer cautiva del tiempo enamorada con sueños infantiles, nada claro no quedaba mas que esperar el siguiente poema para ver si este le daría un nuevo matiz a esta, el tiempo transcurría rápidamente o la ansiedad de encontrar respuestas hacia que así pareciera la noche siguiente llego la, amor mudo era el titulo era una confesión de amor, ahí estaba la respuesta ella esta enamorada pero al parecer no es correspondido el amor, tomo la quinta rosa y la coloco sobre su ventana ,otra carta, entrega como titulo, esto le da una vaga idea de lo que ocurre ella esta enamorada y suplica por el amor de el, tal vez el no la ame pero al parecer a ella no le importa, mi hombre una descripción de la relación entre ella y el hombre aquel es un tanto deprimente ver como sin importarle se deja pisotear por el solo por las sobras de un amor inexistente, morimos como, en este describe el engaño de su amor, era de esperarse siempre sucede cuanto solo una parte se enamora, la traición de el le ha dolido, soledad al parecer aun siente amor pero ahora le veo diferente un tanto melancólica. Pero el trazo en le lienzo no cambia solo sus ojos esta en el solo eso, noche a noches el trato de comprender y dibujarle peor cada noche ella cambia su sentir espero ansioso cada una de ellas y así una a una llegaron, sentimientos dudas, repuestas todas dando vuelcos silenciosos en la cabeza de Amadeo, la noche pintaba matices diferentes para el así llego dulce despedida, ella decidida estaba a olvidarlo, un dolor profundo el ha causado ya no se ve como una niña ilusionada, ahora es una mujer dolida por un desamor, esto se dejaba sentir en cada letra, para ti, cambiaba todo el amor en odio, fénix su dolor su ira, sentimientos encontrados cambios drásticos en unos ojos tristes ahora se ve reflejada la ira, así llego brujas, solo eso brujas noche, conjuros, pasión y soledad, cambiando hadas por demonios así es como la encuentra en realidad si una noche mas, triste espejo melancólicas letras un poema a ella misma talvez a su deseo de morir.- no comprendo lo que pasa es acaso su deseo de confundirme, mi lienzo no a cambiado aun solo tengo los ojos y sus labios, Amadeo tomo sus cartas y comenzó de nuevo le dio lectura a cada una de ellas miraba las rosas sobre la ventana todas las mañanas una mas sumaba a su florero ya tenia 14 rosas una aun se ah ido secando pero siempre una nueva llegaba a el, acompañado de cada una de las cartas, su aroma único perfume que embriagaba sus instintos cada noche cuando el se aproximaba a deleitarse con su aroma, llegaba la noche y con ella la sorpresa de un nuevo escrito todo estaba decidió ella es una mujer sola y triste, llamaron a la puerta Amadeo se aproximo a abrirla no había nadie como las noches anteriores solo la carta y la rosa en esta llego algo diferente antes del poema una frase inquietante llego a Amadeo : Mis ojos han cambiado ahora ya no lloro ya no sufro pues el amor en ti busco. Dolor de demonio titulo de un poema ella se ha enamorado de alguien mas un hombre joven al parecer confundido por tales letras Amadeo tomo las cartas y las guardo en una pequeña caja de madera, se dirigió a su cuarto solitario a descansar, la noche concluyo con ella el sol llego era mas de medio día cuando Amadeo se levanto aun sentía cansancio en el cuerpo tomo las rosa se embriago de su aroma les cambio el agua y salio de casa, hacia días que no salía camino hasta llegar al parque su aspecto desenfadado llego al extremo su barba ya había crecido su cabello lucia enmarañado
Poco usual en el, llego al parque se sentó en una banca para observar a los niños correr sonriendo de un lugar a otro sus madres ahí solo observando a sus hijos jugar, el sonido de un camión de helados el sonido de cascabeles llenaba su cabeza así como las risas sin sentido, llevaba un cuaderno de dibujo, comenzó a dibujar a los niños que veía sus ojos sus rostros limpios se sintió feliz en ese momento, llego la tarde y Amadeo tomo su cuaderno y se fue a casa al llegar estaba ahí la carta y la rosa, tomo la carta entro y abrió el sobre esta decía : Hola querido pintor hoy no te daré poesía, hoy quiero buscar en ti el refugio de una confesión, de un crimen que cometeré, dolida estoy si no he de negarlo pero no dejare que nadie ria de mi nunca, la noche es hermosa mira las nubes cargadas de agua hoy en ella me escondo ahora a llegado el momento de que sepas de mi presente ya conoces mi pasado ahora escribo mi futuro. Me despido de ti te dejo mi amor hasta mañana.
15 noches habían pasado y hoy una carta personal un tanto personal, ¿una confesión un crimen de que hablaba ella?, lentamente las horas fueron pasando el no podía penar en otra cosa que la llegada de la siguiente carta se que do ahí postrado en su sillón esperando que el tiempo caminara de prisa, no había hambre, ni sueño solo el deseo de leerle de nuevo, la noche llego con ella el eco de unos tacones que en su puerta de detenían un golpe a la puerta irrumpió sus pensamientos abrió y encontró la carta y la rosa, crimen era el titulo de un poema extraño, no tenia palabras para decir lo que era en si sus ojos ya no tienen sentido, una ansiedad invadía a Amadeo inexplicable, aquella ansiedad le recorría cada minuto por la espera de la siguiente carta ella enloquecida estaba, ¿que tan real era esto? mil pregunta sin respuesta estaban, ya solo tenia que esperar cuatro noches y esto había terminado ella daría la cara eso ¿será acaso? la noche llegaba de nuevo una carta mas llego a su puerta esta era una carta diferente solo un par de palabras te amo con tinta roja, pero esta vez la rosa que el acompañaba era diferente esta era una rosa pintada azul, su aroma ere diferente a las demás Amadeo la llevo al florero con las demás pero era tan bella que decidió colocarla en su habitación en un jarrón aparte, no había nada mas que hacer todo era tan confuso y aquel cansancio que no comprendía camino hasta su sillón tomo un poco de aire y se quedo en silencio solo contemplando su lienzo inconcluso, en ese momento, llamaron a su puerta el se aproximo al cuadro y lo cubrió abrió la puerta.- Amadeo saludo liza como has estado hace días que no te veía, dime donde puedo colocar esta botella no tardara en llegar, que pasa porque esa cara acaso lo olvidaste.- que pena si, contesto Amadeo.- he estado un poco ocupado y no me he sentido muy bien de salud se me paso, en verdad lo siento.- tu si que sabes como pasarla bien jamás había visto tanto desorden, dime y esas rosa porque no las pones sobre la mesa... Se aproximo a la ventana tomo el florero para cambiarlo de lugar.- no, exclamo en un tono seco.- deja esas rosa ahí Liza y no las toques, - esta bien si eso es lo que quieres ahí se quedaran, dime te sientes bien ese tono pálido de tu piel te delata no es que tengas un tono bronceado ni nada de eso pero te noto mas pálido de lo normal sabes me preocupas esas largas ausencias tuyas me han comenzado a preocupar, un día de estos te mueres aquí y ni quien se de cuenta sabes deberías salir mas a menudo por lo menos a tomar el sol he porque pareces muerto.- liza tu y tus bromas exclamo el pintor.- no pasa nada es normal esas ausencias tu me conoces si tengo algún proyecto me ausento un poco.- si lo se, pero no se porque he dicho esas tonterías olvídalo talvez es la nostalgia de no verte, bueno dejemos esta charla de lado y pongamos un poco de orden dime que hay en tu caballete que guardas tanto que lo has cubierto dime que es, puedo verlo,.- camino ella aproximándose al cuadro.- no, perdona pero no esta terminado y aun no es tiempo de verle cuando este listo lo veras pero no es tiempo, contesto el joven pintor.- en ese momento llamaron a la puerta, Amadeo se aproximo a abrir, eran sus invitados, un grupo muy selecto entre ellos había pintores, actores, escultores y estudiantes de filosofía, entre ellos se perdía la mirada tímida de una joven, era ella Lidia, todo se detuvo un momento, adelante perdón por el desorden en verdad olvide lo de hoy.- descuida Amadeo eso no importa .- contesto aquella chica tímida, todo paso tan rápido solo risas y palabras vacías tenia el en su cabeza todos hablaban pero el eco de sus silencio le recordaba cada una de las rosas,- Amadeo me siento aburrida salgamos-dijo Lidia- bien solo tomare unas cosas de mi cuarto,- abrió la puerta, oh que hermoso caballete, siempre he deseado uno así , el no le dio importancia a este comentario, buscabas como un desenfrenado en su armario, vaya! Una pequeña caja en su manos ¿las conoces?- pregunto Amadeo a Lidia.- no Amadeo, y quiero probarlas, esta bien.- mientras Lidia molía una flor en su mano, aquella flor azul que estaba en sola en un jarrón - Amadeo se aproximo a ella- ten, ella la puso debajo de su lengua, su mano se deslizo sobre el rostro de Amadeo hasta llegar a sus labios.- come esto anda solo es una flor azul, dibujando una sonrisa en sus labios -el comió la flor .- estas lista? Debemos irnos, el cuarto estaba prácticamente vacío, solo un armario verde oscuro y una silla, el caballete y materiales básicos de pintura, algunos libros en el suelo y una dama de piel rosada pintada en la pared junto a su cama, observando todo desde el silencio de la nada, la puerta estaba entre abierta, en ese instante se abrió, era un actor amigo de Amadeo, uno de los tantos invitados, - ¿interrumpo?- dijo el – quien es ella?-Lidia te presento a Ernesto, mucho gusto ¿Qué tienes en las manos?- no es nada, solo una flor, -bien los dejo la tertulia esta por terminar, este lugar esta prácticamente muerto, solo veía a despedirme, bien –Lidia y Amadeo sonrieron en complicidad, - salgamos, dieron algunos pasos, ¿te tomaste alguna?, - pregunto ella- no , vamos, acompáñame en esto , tenemos tiempo sin vernos, y no me gustaría que me dejaras sola en esto – Lidia pero sabes de lo insensible y falto de interés, el que me pongo, solo deseaba que nuestro paseo fuera mas calido y mis emociones estuvieran bien, ¿Lidia en tu bolso tienes la pastilla?- si contesto ella- era blanca ovalada y alargada- Amadeo la puso debajo de su lengua- ¿Cómo se ven mi ojos?, los siento pesados- el no respondió porque no deseaba mover lo que se disolvía, un amargo sabor adormecía su lengua, caminaron un rato al pasar frente al estadio, los pasos de Amadeo parecían mas lentos que antes deja ver un cansancio extremo, ella dijo ¿entramos?- no quiero ir mas lejos, caminaban en silencio sus pasos hundiéndose en la arena, algún comentario rompía con lo monótono y frío del silencio,-Amadeo tenia tiempo que no me traías a este lugar- el parecía no escuchar nada, el fue el primero en subir al puente de vigas, en el cual se asentaban los rieles del tren, las ultimas personas transeúntes del lugar se dispersaban en el crucero, el comenzó a caminar sobre los rieles, ella iba en medio de la vía, de su morral saco una cámara.- quiero tomar algunas fotografías, .- ¿sabes lo que ocurre cuando un flash se dispara en la oscuridad cierto?. Dijo Amadeo- ella no supo que contestar.- el comenzó a declamar un poema, la visión era corta solo la que la luna permitía esa noche, mira, dijo a lidia ella comenzó a desatornillar una gran tuerca para abrir una puerta de alambre,- Amadeo¿ quieres que tome una foto para ti?, - si contesto el tómale una foto a ese espantapájaros,- el dio un salto de los rieles y arrancó un Arosa de plástico, de un alambre de púas, un horrible grito se escucho, cerca de donde ellos estaban y al voltear Amadeo vio unos niños desnudos y sucios que ser recargaban en el alambre de púas al lado de un hombre mayor con las piernas mutilada, sus ojos tiernos miraban a Amadeo en silencio mientras el hombre mayor solo llevaba una botella de alcohol a su boca, Lidia comenzó a tomar foto a los niños, Amadeo solo se quedo inmóvil ante aquella escena solo mira sus ojos aquellos ojos como los de su lienzo, su respiración se agitaba tomo a Lidia del brazo, - vámonos quiero regresar a casa me siento inquieto y no puedo respirar este lugar me ahoga, .- esta bien no te pongas así te agitas por nada solo son niños no es la primera vez que ves esto no se que te pasa pero regresemos.- dijo Lidia .- caminado de regreso a casa Amadeo se ponía nervioso solo pensaba en los ojos de aquellos niños y recordaba aquella tarde en el parque ojos llenos de sueños y ella sus ojos su maldad, su crimen, al llegar a casa Amadeo se sentó y saco sus cartas .- Lidia quiero que te vallas quiero estar solo.- pero Amadeo yo quiero estar contigo no se que pasa pero te siento inquieto puedo hacerte compañía .- no vete quiero estar solo tengo un cuadro por terminar y me siento cansado, otro día talvez ahora solo vete.- ella tomo su bolso y salio del lugar, amadeo camino hasta el cuadro tomo sus pinceles y comenzó a trabajar líneas sobre los ojos marcaba, cansado se sentó a leer una a una las cartas un dolor profundo sintió en el pecho no podía respirar solo se quedo sentado sobre su sillón las cartas en mano su vida se fue escapando hasta exhalar el ultimo aliento, ahí queda su cuerpo solo y en silencio, las horas pasaron rápido unos paso se aproximaron a la puerta una carta mas entro en ella y un rosa azul de nuevo quedo ahí, el día paso rápido un olor fétido se desprendía de aquel lugar ya dos días habían pasado Liza llego aquella noche estuvo llamando a la puerta pero nadie respondió acudió a la encargada del lugar.- buenas noches dijo Liza .- soy amiga del pintor que vive en el departamento 6 y hace días no se nada de el quisiera saber si le ha visto .- no contesto la mujer de hecho pensaba en buscar a algún familiar porque los vecinos se quejan del olor que hay en ese lugar pero la verdad desconozco si el tiene familia si quiere puedo abrir la puerta.- si contesto Liza .- yo veré si el a dejado algo que se este echando a perder o si dejo alguna nota o talvez este enfermo no le he visto bien de salud.- ellas caminaron a la puerta dos rosas azules en el suelo estaban, al entrar vaya sorpresa estaba ahí su cuerpo sin vida .- llamare a la policía se mato el chico verdad?.- Liza se quedo callada Amadeo que has hecho miro el suelo tomo las cartas las puso sobre la mesa, amigo ¿como has podido hacerlo? En ese momento entro la señora acompañada de un policía tomaron el cuerpo y se marcharon en su acta de defunción decía muerte por sobredosis, Amadeo fue sepultado una tarde lluviosa del mes de Febrero, los días pasaron nadie comprendía lo que había pasado muchas preguntas porque quitarse la vida no era fácil tener respuesta, Liza recordó aquellas cartas tenia que regresar a casa de Amadeo necesitaba respuestas al llegar tomo las cartas que había sobre la mesa no solo estaban las dos cartas había otras abiertas tomo los sobres y los abrió el primero decía:

Amado pintor ahora sabes que te amo pero se que tu no puedes amarme quería que tu vieras mis ojos entre tus manos, tenia miedo que amaras a otra mujer que no fuera yo y es por eso que te envío esta carta, quiero pedirte perdón mas se que no lo merezco un juego era para ti mis cartas, pero no para mi, cada una de ellas así como mis rosas te irán matando ahora no puedes hacer nada solo esperar a morir los síntomas que ahora tienes son:
 Agitación
 Temor o miedo
 Disposición para asustarse con facilidad
 Inquietud
 Rigidez de brazos y piernas
 Tensión en la mandíbula
 Dolor y malestar muscular
 Dificultad para respirar
Se que los tienes ahora no puedo dar marcha a tras solo te diré que no te iras solo porque yo iré contigo amor te amo te veré en la otra vida.

Siempre tuya
Lidia…
Al leer esto Lisa se quedo fría ahora comprendía todo ella lo había matado por amor que locura, abrió la segunda carta esta tenia algo extraño un veneno y un pequeño poema la carta decía:

Se que esta carta a ti ya no llegara pero en las manos correctas me encontraras.

Cuento el tiempo con un péndulo que soy
Tic Tac sedúceme señor,
Tic Tac mi sangre seca esta,
Tic Tac mi cuello se tronara,
Tic Tac y muerta me encontraras.

Estricnina…….

Todo se aclaraba macabramente Amadeo había sido asesinado, y ella era ahora una suicida, las rosa llevaban el veneno cada día en su aroma a el, aquella rosa azul que dio en la boca solo le dio el beso mortal a el y el recuerdo de aquel amor y crimen solo quedo en el trazo de uno ojos delineados.

3 comentarios:

  1. Paul Arminta

    En la carretera el coche gira,
    así actúa girando en mi cuarto
    la voz de una presencia
    que conoce mi mentalidad.
    Me sentía en el sentido de las palabras,
    al lado de la noche.
    Silenciar el abismo
    unos versos; fue la noche.
    Invadido un muerto frente a los cristales,
    las hojas sueltas llovían a un seductor
    que merodeaba, escribía un laberinto
    entre los árboles. Significaba el silencio,
    el todo sonó en las palabras,
    nuestros pensamientos llevaban;
    en el cuello una suave pincelada.
    El camino que vengo recorriendo,
    la luna cruza la vía en las paredes.
    Sus miradas se buscan por todas partes
    chorro de sombra que se hunde en la pagina;
    sobre la larga alameda.
    La periferia de la cuidad pasaba rápido
    cosas imprecisas; una mirada hacia al otro sitio.
    la cuidad era quizá el futuro,
    todas las calles y el instinto de cada una.



    Javier Amancio De Lier.

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  2. gracias por estar aqui esto es nuestro,

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  3. woooo!!! que belleza que final!!
    Me e quedado sin palabras como imaginar una historia asi, jamas se me ocurrio vaya tu me sorprendes cada dia mas!!
    Eres genial!!

    n_n att: Yadi

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