MIS MUERTOS, TUS MUERTOS, SUS MUERTOS, NUESTROS MUERTOS

AQUI ES DONDE DUERMEN LOS MUERTOS DE MI CABEZA, EN ESTE CEMENTERIO LLENO DE MUSICA Y RISAS, DE FRIO Y TEQUILA, DE SOLEDAD Y MIEDOS, DE SUEÑOS Y DESEOS...

miércoles, 28 de octubre de 2009

LA NOCHE DEL OLVIDO

Aquí estoy sobre mi lecho de muerte y es tiempo de que mi alma se marche a otro lugar, pero no puedo entender todo lo que siento en este momentote angustia y desesperación, se que no he sido un ejemplo pero jamás quise hacer daño a nadie, solo quería vivir.
En este momento de reflexión el medico se acerca y dice que todo a terminado par mi, pero ¿Cómo es que no se da cuenta? que yo estoy vivo que siento y veo todo lo que pasa a mi alrededor, de repente mi cuerpo se extrémese al impulso de un ligero instante, y esta maldita sed que me esta quemando, mis ojos han quedado entreabiertos y veo como lloran por mi, quisiera hablarles para hacerles algunas recomendaciones pero solo emito un ronquido sordo y doloroso que nade escucha solo yo,
Me han amortajado con una sabana blanca y me colocan dentro de un ataúd de madera muy sencillo, tal y como fue mi vida, también colocaron un vestido de novia sobre mi cuerpo, es de mi hija la mayor y entre mis manos colocan un crucifijo, han dejado la tapa abierta, porque hacen esto yo sigo vivo, que les veo y siento todo lo que pasa, el tiempo pasa sin detenerse, a la luz de los cirios que me rodean puedo ver tres figuras nuevas, pero ¿Cómo? Si son mi madre y mi padre, ellos murieron hace tiempo ella se aproxima y se arrodilla junto a mi y reza fervorosamente al ser supremo que me acoja en su infinita misericordia, mi padre coloca su mano sobre su hombro, detrás de ellos hay una figura que no distingo bien, su aspecto es aterrador me provoca un pánico sus ojos, dos esferas de fuego que no dejan de mirarme, tengo una gran incertidumbre de lo que ocurre, poco a poco estas figuras se van desvaneciendo en el fuego de los cirios,
Mi sobrina la pequeña María se aproxima para darme un beso, pero la retiran rápidamente del ataúd, solo quedo una lágrima derramada en mi rostro, tan limpia y fresca como ella.
Hoy es 1 de noviembre, mi sepelio dará inicio por la noche como se acostumbre en estas fechas en mi pueblo, yo hubiera preferido que fuera por la mañana para que nadie se molestara en acompañarme y así no tuvieran que entrar al cementerio por la noche, a mi primera noche de gran obscuridad, mi hermano con ayuda de unos amigos me toman sobre sus hombros para comenzar la procesión, desde aquí se puede escuchar el aullar macabro de los perros del velador, el tic tac del reloj de la iglesia, el murmullo de las personas que me acompañan esta noche, y el viento que silva acariciando a los árboles y los hace danzar, se que esta vez ellos solo danzan pora mi, hemos llegado al lugar donde me depositaran, mi cuerpo se extrémese nuevamente y un sudor frío me recorre todo el cuerpo, me colocan enana fosa y la sellan rápidamente sin importarles si realmente estoy muerto o vivo, o eso es lo que yo creo que sigo vivo o es que si es la muerte, desde aquí puedo seguir escuchando sus rezos por la salvación dé mi alma y el sonido del viento, todo se ve distinto ahora he abierto mi ojos por completo ya no siento sed ni frío, mi fosa se hace cada vez mas grande, no se como pero el ataúd ha desaparecido, me pondo de pie, veo una luz al fondo no tengo opción camino hacia ella, ahí esta esa figura nuevamente, me invita a seguirle camino detrás de ella, hemos llegado a una estación de ferrocarril hay muchas personas aquí, algunos suben otros bajan, intento aproximarme a alguien para preguntarles pero nadie responde, las cuencas de sus ojos están vacías y su piel algunos no tienen piel o otros son tan pálidos, que es este lugar, al mirar a mi costado veo que esta junto a mi, su larga capa acaricia el suelo me atemoriza mira su rostro, mi miedo se hace mayor al descubrir que no tiene piel y sus cuencas solo se llenan de fuego, creo que llego el momento de partir, através de un espejo que esta al fondo de la estación puedo ver a los míos orando por piedad y misericordia para mi alma, veo como se van uno a uno, hasta que solo se queda el silencio de la noche, subo al tren no se a donde ira pero se que no volveré a ver a quienes tanto ame en vida será hasta el próximo noviembre cuando pueda regresar una noche como todos los de este lugar y que como a mi los abandonaron una noche, me marcho no se si al descanso eterno del paraíso o al suplicio del infierno, donde mi alma se quemara con el fuego y el dolor de la eternidad, pero ya nada importa ahora así es como debe de ser, como tiene que terminar, con la triste y sola noche, la noche del olvido….



Samantha

1 comentario:

  1. MUY HERMOSOS TU ESCRITO ES CASI PALPABLE , EL SENTIMIENTO ES DESGARRADOR , LA NARRACION ESTUPENDA SIGUE ESCRIVIENDO , NO NOS PRIVES DE TU TALENTO

    ResponderEliminar